En los save the date puede pasar de todo, puedes visitar escenarios épicos, vivir momentos irrepetibles. Risas, besos apasionados y mucho más. En la sesión de mis amigos mariana y diego tuvimos uno de esos momentos únicos, y para ser honesto, bastante épico, que de no ser por estar preparado no hubiera sido capturado.
Era una hermosa mañana de sábado, Hacienda los Olivos nos recibía con un radiante sol, y el vibrante color de la naturaleza brillaba en todo su esplendor.
Las fotografías iban de maravilla, los chicos guapos se estaban riendo y disfrutando de su sesión.
Con el fin de capturar todo el espacio de esta hermosa locación llegamos a un escenario tupido de arboles y hojas, por las cuales un deslumbrante rayo de sol atravesaba iluminando a nuestra pareja. Fui aquí donde diego, quien mide casi 2 metros de alto, en un arranque de amor y diversión cargo a su prometida Mariana, que mide poco menos de 1.60, creando un momento improvisado lleno de gozo, tan lleno que por un momento me distraje. Al ser sorprendido por tan bella postal olvide por un segundo que yo era el fotógrafo y que en mis manos recaía el poder retratar esta escena.
El momento fue tan rápido que apenas y alcance a levantar la cámara a la altura de mi pecho y, sin siquiera ver, dispare una y otra vez, en ráfaga, para que no falten fotos. De no ser porque ya tenía la cámara en la mano y porque mi primer instinto fue disparar a ciegas el momento se me hubiera esfumado.
