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Nuestra sesión de fotos casi se arruina

¿Qué harías cuando todas las cosas que no tenías planeadas empiezan a suceder una tras otra?


A pesar de haber organizado todo con mucha anticipación, la sesión Save The Date de mis amigos Angie y Edgar casi se arruina por una serie de eventos desafortunados. Parecía como si el destino no quisiera que creáramos fotos para ellos.


Las condiciones del clima en monterrey son siempre cambiantes y extremas, y en nuestra sesión no podía ser la excepción. Al principio lidiamos con el frío y la neblina, pero conforme pasaban las horas, la noche se sumó a todos nuestros males, la relativa seguridad de la luz natural se vio apagada por la combinación entre el horario de invierno y las condiciones lúgubres del clima, eso sin contar un par de accidentes que ocurrieron apenas comenzada la sesión.


Termine sin camisa por sentarme en un hormiguero. En cuestión de segundos estaba completamente cubierto de hormigas comúnmente apodadas "Mantequeras". Este incidente nos costo minutos valiosos.


Ya de noche, la única pregunta que quedaba era ¿Qué vamos a hacer?


En ese momento la solución más obvia era tomar algunas fotos de relleno y retirarnos. Realmente ya no había más que hacer, las condiciones del clima eran bastante malas y sin luz ni una locación buena, todo parecía indicar que nuestra sesión se había acabado.


Afortunadamente, un evento fortuito del cual desconocíamos completamente, apareció como una luz de esperanza al final de nuestra aventura.


El penúltimo día de la feria de la manzana se estaba llevando a cabo en Santiago, Nuevo León. ¿Quién en su sano juicio hace un festival con estas condiciones del clima? No tengo la menor idea, pero en retrospectiva, se lo agradezco.


Al principio parecía una apuesta muy arriesgada, sobre todo por el cobro de la entrada (200 MXN por persona), aun así, corrí el riesgo de motivar a mis novios que era la mejor opción que teníamos y que me encargaría de sacarle tanto provecho como fuera posible.




Gracias al cielo todo salió de maravilla. Las fotos fueron un éxito y sin duda alguna nos quedó toda una experiencia maravillosa de esta aventura.


Siempre es bueno planear, pero también es igual de bueno mantenerse abierto a la improvisación y seguir tu instinto. Nunca conformarse con una última foto, ir por más y mejor cada que sea posible.


Toda esta aventurita me hizo recordar lo mucho que amo mi trabajo como fotógrafo de bodas.

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